Anecdotas: De como Tito Bonicelli se convirtió en la pesadilla de la bruja.
Página 1 de 1.
Anecdotas: De como Tito Bonicelli se convirtió en la pesadilla de la bruja.
Teníamos al maloso monitor De la Portilla, mas conocido como la Bruja, o también “el hombre del rostro impenetrable”, titulo de una película de Marlon Brando que hacia el papel de un sheriff que había asaltado un banco en su oscuro pasado.
Portilla era un tipo feo, de mirada fuerte, joven pero ya tenia arrugas en la cara que lo hacia viejo, ojos azules, no era alto pero si muy fuerte. Músculos de acero y puños de titanio.
Un día lo llamó a Tito Bonicelli que siempre andaba chorreado, es decir con la corbata caída, los pantalones fuera de los botines, la cristina de medio lado. No se que le dijo pero al final de cuentas hubo una pequeña discusión que terminó cuando Portilla le dio un cachetadon a Tito y Tito le contestó con un combo en gancho, de esos desde atrás, abajo, luego arriba en curva, que le dio directamente en la ñanga, en una diagonal de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo.
El hombre del rostro impenetrable se desmayó no tanto por la potencia del combo sino por la sorpresa, por el acto inaudito y osado del Bonicelli, que le había causado un mareo digno de un antigripal del barchilón Tabara. Al ver su hazaña y temeroso de las represalias, Tito se escapó rápida y asolapadamente del lugar de los hechos. La bruja lo busco por cielo, tierra y mar, pero no tuvo exito. Bonicelli era experto en esconderse, lo habia aprendido con sangre sudor y lagrimas en el colegio de monjas del Raimondi. Italianos al fin y al cabo.
Pasaron unos dias y Tito se encontró con unos perros ponjas y los comenzó a batir, a hacerles bromas. Pero no le duró mucho porque apareció un enorme cadete de apellido Morinaga, un japonés karateka, cinturón negro, parecido físicamente a “La Roca”, moreno, cuadrado, de ojos jalados, pelo trinchudo, cejas pobladas, brazos que parecían piernas, cuyo padre, nacido en Okinawa, era profesor de artes marciales en la Federación Peruana de Deportes.
Morinaga agarró a Bonicelli y le sacó la madre, le torció el brazo, la mano, el pie, lo ahorcó, lo levanto en peso y le metió un contrasuelazo de padre y señor mío. No paraba, hasta que apareció el combo traicionero pero eficaz de Tito, de atrás, abajo, hacia arriba en curva, bajando en diagonal de derecha a izquierda, rápido, potente, directo hacia la ñanga de Morinaga. Morinaga se desmayó.
Como era costumbre en el colegio, los que se mechaban luego eran amigos, de modo que el ponja se hizo pata del chorreado cadete Bonicelli.
Pasaron unos días y Portilla se cruza con Tito, lo reconoció en el acto y se le lanzó como una tromba a los gritos de “ya te encontré maldito”. El hombre del rostro impenetrable tenia agarrado del brazo a Tito para evitar el combo traicionero y lo estaba masacrando, cuando de pronto, se escuchó el potente grito de Morinaga: “A mis amigos nadie tocando caramba”. Y acto seguido le dio a Portilla una paliza tal que ha servido de ejemplo en la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre lo que no se debe hacer. El caso del genocidio aplicado en forma concentrada en un solo individuo.
De la Portilla, terminó en la enfermería totalmente maltrecho, tragando su píldora de antigripal. Una vez recuperado, se le vio en la capilla y de rodillas, rezando devotamente a la Virgen Maria para que lo proteja de Tito Bonicelli.
Portilla era un tipo feo, de mirada fuerte, joven pero ya tenia arrugas en la cara que lo hacia viejo, ojos azules, no era alto pero si muy fuerte. Músculos de acero y puños de titanio.
Un día lo llamó a Tito Bonicelli que siempre andaba chorreado, es decir con la corbata caída, los pantalones fuera de los botines, la cristina de medio lado. No se que le dijo pero al final de cuentas hubo una pequeña discusión que terminó cuando Portilla le dio un cachetadon a Tito y Tito le contestó con un combo en gancho, de esos desde atrás, abajo, luego arriba en curva, que le dio directamente en la ñanga, en una diagonal de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo.
El hombre del rostro impenetrable se desmayó no tanto por la potencia del combo sino por la sorpresa, por el acto inaudito y osado del Bonicelli, que le había causado un mareo digno de un antigripal del barchilón Tabara. Al ver su hazaña y temeroso de las represalias, Tito se escapó rápida y asolapadamente del lugar de los hechos. La bruja lo busco por cielo, tierra y mar, pero no tuvo exito. Bonicelli era experto en esconderse, lo habia aprendido con sangre sudor y lagrimas en el colegio de monjas del Raimondi. Italianos al fin y al cabo.
Pasaron unos dias y Tito se encontró con unos perros ponjas y los comenzó a batir, a hacerles bromas. Pero no le duró mucho porque apareció un enorme cadete de apellido Morinaga, un japonés karateka, cinturón negro, parecido físicamente a “La Roca”, moreno, cuadrado, de ojos jalados, pelo trinchudo, cejas pobladas, brazos que parecían piernas, cuyo padre, nacido en Okinawa, era profesor de artes marciales en la Federación Peruana de Deportes.
Morinaga agarró a Bonicelli y le sacó la madre, le torció el brazo, la mano, el pie, lo ahorcó, lo levanto en peso y le metió un contrasuelazo de padre y señor mío. No paraba, hasta que apareció el combo traicionero pero eficaz de Tito, de atrás, abajo, hacia arriba en curva, bajando en diagonal de derecha a izquierda, rápido, potente, directo hacia la ñanga de Morinaga. Morinaga se desmayó.
Como era costumbre en el colegio, los que se mechaban luego eran amigos, de modo que el ponja se hizo pata del chorreado cadete Bonicelli.
Pasaron unos días y Portilla se cruza con Tito, lo reconoció en el acto y se le lanzó como una tromba a los gritos de “ya te encontré maldito”. El hombre del rostro impenetrable tenia agarrado del brazo a Tito para evitar el combo traicionero y lo estaba masacrando, cuando de pronto, se escuchó el potente grito de Morinaga: “A mis amigos nadie tocando caramba”. Y acto seguido le dio a Portilla una paliza tal que ha servido de ejemplo en la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre lo que no se debe hacer. El caso del genocidio aplicado en forma concentrada en un solo individuo.
De la Portilla, terminó en la enfermería totalmente maltrecho, tragando su píldora de antigripal. Una vez recuperado, se le vio en la capilla y de rodillas, rezando devotamente a la Virgen Maria para que lo proteja de Tito Bonicelli.
Pedro M- Vaca
- Cantidad de envíos : 108
Edad : 77
Localización : Lima, Perú
Fecha de inscripción : 20/12/2008
Temas similares
» Como uso el Google
» ¿Como escribo un mensaje?
» ¿Como navego por el foro?
» Micky Torres como Wallpaper de Windows
» ¿Como escribo un mensaje?
» ¿Como navego por el foro?
» Micky Torres como Wallpaper de Windows
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.